domingo, 8 de enero de 2012

¿Quién es realmente responsable de la inseguridad?



Después de meses de preguntarme para que tenía este Blog, creo que parece que encontré su sentido. Reflexionar "en vos alta" con ustedes.


Este fin de semana alquilé la película Última Parada: Ómnibus 174, una excelente película de Bruno Barreto que recrea, con un poco de ficción, la historia de Sandro do Nacimento, quien fue sobreviviente de la matanza de la Candelaria en Río de Janeiro y que en el año 2000 secuestró un bus en la misma ciudad. Lo que iba a ser un rato de relax, terminó siendo una pequeña investigación de fin de semana que me llevó a buscar más información y a preguntarme sobre cuál es el lugar más lógico para cortar con el círculo vicioso de la inseguridad en las ciudades. 


Ahí fue que llegué al documental realizado en el 2002 por José Padhilla en el que los supervivientes de la historia comparten sus puntos de vista. Crudo, rabioso y terriblemente claro, todo el documental va relatando la cadena de miserias por las cuales toda la sociedad colabora para que exista un submundo que, aunque odioso, es necesario. Ese submundo que no queremos ver, pero al que las clases media y alta no cuestionamos cuando nos proveen de una laptop barata, un celular de última generación a precios irrisorios, drogas, aventuras sexuales, una buena lustrada en los zapatos, que nos arreglen el jardín, que nos poden el árbol enfrente de casa, o prometerles cualquier fantasía a cambio de un poco de dinero y que nos voten en las próximas elecciones.  Una relación esquizofrénica entre clases sociales que solamente va a terminar si nos decidimos a sacarnos las caretas.


Hay unas declaraciones de los últimos entrevistados en el documental que les comparto, y dicen: "...fue la policía quien mato a los amigos de Sandro en la Candelaria. Y fue la policía quien mato a Sandro. Completó el círculo. Cerró el círculo. A la policía le toca el trabajo sucio que la sociedad no quiere ver, pero que en algún lugar oscuro de sus deseos quiere que sea realizado por alguien: que se anulen los Sandros, que los Sandros desaparezcan de nuestra vista. Porque no queremos ver esa realidad. No podemos soportar esa realidad. Entonces, esa invisibilidad es lograda por la producción policial de esa invisibilidad a través de la muerte"...."ellos lo mataron porque sabían que lo podían matar, por qué ¿quién va a defender a un Sandro?"


Y es cierto. Como sociedad vemos a cientos de niños, niñas, personas adolescentes, adultas y adultas mayores, con enfermedades, con discapacidades, indígenas, rubias, morochas... nos da lo mismo, son invisibles (o queremos que lo sean), nos hacemos los tontos y tontas cuando pasan y decimos "no es mi responsabilidad", "no puedo hacer nada". Pero después, cuando son expulsados por la policía, o alguien muere, nos rasgamos las vestiduras para criticar la brutalidad policial. Hace unos años alguien me dijo que un Estado sin recursos es como un elefante en una cristalería: cuando acciona es aparatoso, bruto... y es verdad. 


No se puede pretender que las cosas cambien si no estamos realmente haciendo nada para cambiar y si no preparamos ese cambio. Yo, personalmente creo que ese cambio se tiene que hacer con recursos y con una mirada social. Creo que el mejor lugar para romper el círculo es protegiendo  y proveyendo recursos para quienes no los tienen, pagando nuestros impuestos, controlando que quienes son funcionarios y funcionarias públicos hagan su trabajo, romper esa idea de que el diputado o senador o el ministro es nuestro jefe y entender que es nuestro empleado a quien confiamos por medio del voto la administración social, y exigiendo. 


Pero para que eso realmente ocurra va a pasar algo de tiempo, y mientras, tenemos que empezar abriendo los ojos y mirando alrededor sin lástima pero con responsabilidad. Si no podemos dar una moneda, no importa, recordémoslo para el momento en que votamos. La pobreza que atrapa en la miseria al 40% de nuestro país no es producto de cinco o seis años, es producto del último siglo de malas administraciones, de robo, de corrupción y de negociados que le quitaron la tierra a las personas indígenas, la educación a toda la población, y la esperanza a un país. La misma mala administración que llevó a que ocurran una serie de eventos que expulsan a miles de personas diariamente a la calle para intentar encontrar cualquier estrategia para sobrevivir al menos un día más. Y vos, ¿Dónde cortarías el círculo?

2 comentarios:

  1. tODO TIPO DE INSEGURIDAD EN CUALQUIER SOCIEDAD NACE EN LA EDUCACION. ES AHI DONDE HAY QUE ATACAR SI SE QUIERE MEJORAR Y VOLVER UNA COMUNIDAD CON MENOR INDICE DE VIOLENCIA ETC.

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  2. Totalmente de acuerdo contigo Rene, sin educación es muy difícil avanzar.

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